Adoro los capuccinos con mucha nata. Me encanta que me despierten con un "buenos días princesa" y siempre me han gustado las tormentas de verano. Mientras todas sueñan con un príncipe azul perfecto yo persigo el mío. Le tengo pánico a la soledad y lo único que me tranquiliza es su sonrisa. Muy tímida pero quien realmente me conoce me etiqueta como especial. Algo maniática y cariñosa. Si digo que tengo un millón de defectos me quedo corta y lo único que pido es un futuro con él.
jueves, 6 de diciembre de 2012
Mi rey.
Ir de excursión al teatro y escaparme de la estación de tren para comprarle un chupa-chups porque no le había comprado uno antes; bromear por las calles de Valencia, todas decoradas de luces navideñas; que me diga si me apetece cenar en el McDonald's y acabar en el Burger King con él y todos sus amigos, robándonos patatas mutuamente y haciéndome reír constantemente... Son pequeños detalles que nunca voy a olvidar. No se si se debe a mi infinita memoria o a que me tiene locamente atrapada, pero me acuerdo de cada prenda de ropa que se posaba sobre su cuerpo en los días especiales, y en los no tan especiales también... Y ahora me esperan 96 horas sin su presencia. Es como una pequeña tortura, y encima debo hacerme a la idea de que mañana ella llegará a su casa y será la reina de ella, mientras sus padres la conocen y probablemente merienden o cenen juntos, igual que lo hacía conmigo,siendo él, el rey de la mía.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)