miércoles, 5 de diciembre de 2012

Siempre a tu lado.

En la calle los edificios se caen a pedazos, el cielo permanece gris, la gente, envuelta en pánico corre de un lado a otro buscando un lugar donde refugiarse, o simplemente un poco de paz.  Los coches arden y los teléfonos no paran de sonar, todos desesperados, intentan localizar a los más cercanos... Mientras, ella está con él, que se encuentra herido, tumbado en el suelo.

-Márchate, busca un lugar donde refugiarte y espera a que pase todo ésto. Sálvate, no seas estúpida.

Mientras tanto, ella le coge de la mano y mirándole a los ojos con una lágrima le dice:

-¿No lo entiendes? No quiero irme, no quiero salvarme si no es contigo. Allí fuera sin ti nada tiene sentido ¿vale? Quiero quedarme aquí, a tu lado, cogerte de la mano y pasar los últimos minutos, horas, días o el tiempo que quede besándote, abrazándote, cuidándote... Si esto es el fin del mundo, quiero acabarlo sintiendo tu calor y escuchando tu voz. No me pidas que me vaya porque no lo voy a hacer. No llores, prometo que yo tampoco lo haré. Vamos a reirnos, quiero aprovechar el tiempo que queda porque de lo contrario, mi vida sin tu presencia sería un constante lunes, nublado y frío.